
Fotos vía redes sociales
Ciudad de Mexico 16 de feb. 2025.-
El papel de las mujeres en la delincuencia organizada en México ha evolucionado significativamente en las últimas décadas. Tradicionalmente, se les veía como figuras periféricas, desempeñando roles de apoyo o como parejas sentimentales de líderes criminales. Sin embargo, con el tiempo, han asumido funciones más activas dentro de los cárteles y otras organizaciones delictivas.
Roles de las mujeres en el crimen organizado
- Víctimas y presionadas a participar
- Muchas mujeres ingresan involuntariamente, ya sea por coerción, amenazas o por falta de oportunidades económicas o por el mal llamado amor romántico, ya que son chantajeadas por sus pareja sentimental
- Algunas son utilizadas en el tráfico de drogas como “mulas” o en la trata de personas.
- Operadoras y facilitadoras
- Participan en la logística del narcotráfico, lavado de dinero y gestión financiera.
- Se han identificado mujeres en la producción y distribución de drogas.
- Sicarias y líderes criminales
- Algunas mujeres han destacado como sicarias y jefas de células delictivas. Ejemplo: Sandra Ávila Beltrán, conocida como “La Reina del Pacífico”.
- Casos como el de “La Catrina”, una joven sicaria del CJNG, reflejan la creciente presencia femenina en la violencia criminal.
- Influencia en política y corrupción
- Algunas mujeres han actuado como enlaces entre los cárteles y funcionarios públicos, facilitando la corrupción y protección de las organizaciones criminales., incluso ya mujeres que ocupan cargos políticos hoy en dia tienen nexos con la delincuencia organizada brindando protección a los carteles de la droga como recientemente se ha visto en el Estado de Mexico.
Factores que impulsan su participación
- Pobreza y falta de oportunidades
- Normalización de la violencia y el crimen en comunidades marginadas
- Búsqueda de poder y reconocimiento dentro de estructuras patriarcales
- Venganza o razones personales
Consecuencias y desafíos
- Aumento del reclutamiento de mujeres en grupos criminales.
- Mayor violencia en enfrentamientos con autoridades y rivales.
- Impacto en familias y comunidades debido a la estigmatización.
Estrategias para combatir el fenómeno
- Implementar políticas de prevención con perspectiva de género.
- Generar oportunidades económicas y educativas para mujeres en riesgo.
- Reforzar la protección para mujeres víctimas del crimen organizado.
El tema sigue evolucionando, y aquí hacemos un análisis desde la perspectiva de genero:
El tema de los roles de las mujeres en el crimen organizado desde una perspectiva de género es un campo de estudio cada vez más relevante, ya que históricamente la narrativa sobre el crimen ha sido dominada por figuras masculinas. Sin embargo en los últimos tiempos, las mujeres han ocupado diversos roles dentro de estas estructuras, desde posiciones subordinadas hasta liderazgos importantes.
1. Género y criminalidad: desmontando mitos
Desde la criminología tradicional, se ha tendido a ver a las mujeres como víctimas del crimen o como participantes marginales, en contraste con los hombres, que han sido retratados como los principales actores en actividades criminales. Sin embargo, el crimen organizado no es ajeno a las dinámicas de género y refleja las desigualdades estructurales presentes en la sociedad.
El papel de las mujeres en el crimen organizado ha sido invisibilizado o estereotipado, reduciéndolas a figuras como “la novia del capo”, la “mula” que transporta drogas o la “madre protectora” que encubre a sus hijos criminales. No obstante, hay evidencia de que las mujeres participan activamente en diversas funciones y pueden llegar a ocupar roles de liderazgo.
2. Roles de las mujeres en el crimen organizado
Si bien la presencia femenina en el crimen organizado sigue siendo menor en comparación con la de los hombres, se pueden identificar varios roles clave:
A. Roles subordinados o instrumentales
Estos roles son los más comunes y reflejan la subordinación de las mujeres dentro de estas estructuras. Algunos ejemplos incluyen:
- Mulas: Transportan drogas dentro de sus cuerpos o en equipajes, asumiendo grandes riesgos.
- Campanas o halconas: Se encargan de vigilar y alertar sobre la presencia de autoridades.
- Reclutadoras: Captan a otras personas para la prostitución, trata o tráfico de drogas.
- Esposas o parejas de líderes criminales: Aunque algunas pueden ejercer poder por asociación, la mayoría son utilizadas como escudos o “fachadas” para las operaciones del grupo.
B. Roles administrativos y logísticos
Algunas mujeres han encontrado espacios de poder en la gestión operativa del crimen organizado, encargándose de funciones como:
- Lavado de dinero: Administrando negocios fachada, bancos y empresas.
- Corrupción y sobornos: Actuando como intermediarias entre criminales y funcionarios públicos.
- Manejo de redes de trata de personas: En algunos casos, mujeres dirigen operaciones de explotación sexual o laboral.
C. Roles de liderazgo y toma de decisiones
Aunque menos frecuentes, hay mujeres que han ocupado posiciones de liderazgo dentro del crimen organizado, ya sea heredando el poder por vínculos familiares o ascendiendo en la estructura por su capacidad criminal. Algunos ejemplos incluyen:
- Lideresas de cárteles o pandillas: Casos como el de Sandra Ávila Beltrán (“La Reina del Pacífico”) muestran que algunas mujeres han alcanzado niveles altos de mando.
- Jefas de sicarios: Se han documentado mujeres que han dirigido grupos de sicarios en organizaciones criminales.
- Madrinas o patrocinadoras: En algunos países, mujeres con poder económico han financiado estructuras criminales sin involucrarse directamente en la violencia.
3. Factores de género que influyen en la participación de las mujeres en el crimen organizado
Desde una perspectiva de género, es importante analizar por qué las mujeres ingresan a estas estructuras criminales y cómo las dinámicas de poder afectan su papel.
- Violencia de género y coacción: Muchas mujeres entran al crimen organizado por coerción, violencia o dependencia emocional con sus parejas o familiares.
- Falta de oportunidades económicas: La pobreza y la falta de acceso a educación y empleo son factores clave en la criminalización de las mujeres.
- Estrategias de invisibilización: Las mujeres suelen ser menos sospechosas para las autoridades, lo que las convierte en piezas útiles para el crimen organizado.
- Hipersexualización y estereotipos: En muchos casos, el poder de las mujeres en estas estructuras está ligado a su apariencia física o relaciones con hombres poderosos.
4. Consecuencias y perspectivas futuras
Las mujeres que participan en el crimen organizado suelen enfrentar consecuencias distintas a las de los hombres:
- Mayor vulnerabilidad ante la violencia: Muchas mujeres criminales terminan asesinadas, encarceladas o utilizadas como chivos expiatorios.
- Doble castigo social y legal: La sociedad y el sistema penal suelen juzgar con mayor dureza a las mujeres criminales, ya que se desvían del rol tradicional de “madres” o “cuidadoras”.
- Poca representación en procesos de reinserción social: Los programas de rehabilitación y justicia suelen estar diseñados para hombres, ignorando las necesidades específicas de las mujeres.
Desde una perspectiva de género, es fundamental estudiar estos fenómenos sin caer en estereotipos y reconocer la diversidad de experiencias de las mujeres en el crimen organizado. Esto implica no solo analizar su participación, sino también las condiciones estructurales que las llevan a involucrarse y las consecuencias diferenciadas que enfrentan.